Unos días antes del confinamiento mi buen amigo Javier Bona López, me llamó y me sugirió la posibilidad de colaborar con un artículo en un proyecto editorial que él estaba coordinando.

Este proyecto editorial era nada más ni nada menos que contar en un libro los 50 años de historia de lo que hoy es el Ies Juan de Lanuza de Borja.

Javier Bona, nacido en Borja, es un gran conocedor de toda la comarca de Tarazona y el Moncayo, fue gerente del Patronato Provincial de Turismo de la DPZ. Hace de esto ya muchos años, y ahí fue  donde nos conocimos. Su entusiasmo por el turismo y su viveza intelectual rápidamente calaron en mí. Posteriormente tuve a su hijo de alumno, que ha trabajado conmigo en proyectos de consultoría para la restuauración que  realizamos en el Balneario de Ariño con mi empresa Expertos en Hosteleria.

Javier también ha dirigido el Plan de Competitividad Turística de la comarca y fue el encargado de la Judería de Tarazona. Este licenciado en historia y filosofía es un estudioso y un gran conocedor del mundo Sefardí, lo que le ha convertido con total seguridad en una de las personas en España que más sabe y conoce sobre la historia de Sefarad, conocimientos que se añaden a su gusto por la gastronomía y su defensa a ultranza de los productos aragoneses, sobre todo los de su querida comarca natal.

Con estos antecedentes, no me podía negar a colaborar en el libro. Para mi ha sido un orgullo y un honor que Javier contara conmigo y desde aquí le quiero agradecer la oportunidad que me ha brindado y contar mi experiencia de 5 años como docente de FP en el instituto, en el pequeño módulo de servicios de restaurante y bar con chavales muy jovencitos y lo que esto significo para mí, para los alumnos y también para el instituto.

Una historia docente diferente a la que realizo actualmente en el Ies Miralbueno, una experiencia docente más enriquecedora si cabe; los alumnos venían al instituto y se encontraban en muchas ocasiones como en casa, ya que muchos tenían hermanos o amigos en clases de cursos inferiores o superiores; muchos de ellos se conocían en la mayoría de los casos. 

Mis recuerdos de la visión que los alumnos tenían del profesorado son como que todo era más familiar, a muchos de los profesores los alumnos los conocían del pueblo o a sus hijos que eran amigos o a su mujer que era la peluquera o la farmacéutica por poner un ejemplo.

Por supuesto esta relación casi de amistad no estaba exenta de respeto y de saber cuál era el lugar de cada uno, esto siempre me gustó de los alumnos borjanos, ese sentimiento casi de cariño que tenían por los profesores, era todo como más cercano, esa desde luego era mí percepción, también tenía esa sensación cuando los padres venían a hablar conmigo como tutor de sus hijos, parecía que todo era más fácil y desde luego las familias confiaban plenamente en nosotros, los profesores, hoy en día desgraciadamente esto ha cambiado y lo digo bajo el prisma de llevar casi 26 años como profesor técnico de formación profesional. 

Los párrafos anteriores que están en cursiva son un extracto de esas vivencias docentes que he intentado reflejar en el escrito que le envié a mí amigo.

“Historia de una ilusión 1969-2019”, se presentó en la ciudad de Borja hace unos días, magnífico el trabajo realizado por Javier Bona, por Juan José Espligares y Totem Comunicaciòn junto al apoyo también de instituciones aragonesas y de gente de la comarca de Tarazona y el Moncayo que han colaborado para que este libro haya podido ser publicado. Un trabajo muy serio y hecho con mucha pasión.

Si alguno estáis, interesados en adquirirlo al precio de 15€, este libro se puede encontrar en Borja en: Papelería Clarión (Pza. Sto. Domingo, 4 Tlf-976867984), Papelería / Imprenta Fernando Sancho y en estancos. También en los quioscos de prensa en: Ainzón, Cortes de Navarra, Magallón (estanco), Mallén, Pozuelo) y en Zaragoza capital en los quioscos de prensa de HCU Lozano Blesa, HCU Miguel Servet y HCU Royo Villanova.